La prueba de los tres filtros (Sócrates)

Difundilo con amor

Un consejo milenario que sigue siendo urgente

Hay historias que, a pesar del paso de los siglos, se mantienen más vivas que nunca. Una de ellas es la famosa anécdota de los tres filtros de Sócrates, una enseñanza tan simple como profunda, que nos invita a cuidar lo que decimos… y también lo que decidimos escuchar.


Se cuenta que un día, uno de los discípulos del gran filósofo griego se acercó agitado, con la urgencia de quien cree tener algo importante que decir. Le contó a Sócrates que había escuchado algo negativo sobre uno de sus amigos. El sabio, en vez de apresurarse a escuchar, lo detuvo y le propuso someter esa información a una prueba: la de los tres filtros.

—¿Estás absolutamente seguro de que eso es cierto? —le preguntó primero.
—No —respondió el discípulo—, lo escuché de alguien más…

Entonces vino la segunda pregunta:
—¿Es algo bueno lo que vas a contarme?
—No, todo lo contrario…

Sócrates asintió, en silencio. Y formuló la tercera y última pregunta:
—¿Será útil para mí saber eso?
—La verdad, no estoy seguro…

Y con su acostumbrada calma, el filósofo concluyó:
—Si lo que vas a decir no es cierto, ni bueno, ni útil… ¿para qué decírmelo?


 

🌱 Una pequeña gran enseñanza

Lo que podría haber quedado como una anécdota menor se transformó en un principio de vida. En un tiempo donde todo se comparte sin filtro —desde chismes de pasillo hasta fake news, rumores políticos o virales crueles en redes sociales—, esta lección vuelve a cobrar fuerza.

Los tres filtros de Sócrates no solo son una guía para hablar con sensatez, sino también para elegir con conciencia qué recibir y qué dejar afuera. Porque no todo lo que circula merece llegar a nuestros oídos, ni alojarse en nuestra mente.


 

🧭 ¿Cómo aplicarlos en lo cotidiano?

A veces no es tan sencillo saber si algo es verdadero, bueno o útil. Por eso, podemos sumar algunas preguntas prácticas:

🔎 ¿Es verdad?
¿Me consta? ¿Puedo probarlo? ¿Estaría dispuesto a repetirlo delante de la persona involucrada?

❤️ ¿Es bueno?
¿Aporta algo positivo? ¿Construye o destruye? ¿Deja a alguien mejor de lo que estaba?

🧰 ¿Es útil o necesario?
¿Sirve para resolver algo? ¿Ayuda a comprender mejor? ¿Hace que las cosas mejoren?

Si la respuesta a estas preguntas es negativa… quizás lo mejor sea el silencio. O el cambio de tema. O simplemente dejar pasar.


 

💬 Mucho más que chismes

Aunque esta enseñanza suele aplicarse a los chismes, lo cierto es que también vale para los medios de comunicación, los grupos de WhatsApp, los posteos en redes, los audios reenviados sin pensar. La información falsa o malintencionada viaja más rápido que la verdad… pero también se puede detener con un poco de criterio.


 

🤍 Un cierre que vale oro

Sócrates, hace más de dos mil años, nos dejó un legado sin saberlo: no permitamos que nos atraviesen mensajes que no construyen, que no nos sirven y que hacen daño. No repitamos por inercia. No difundamos por impulso. No creamos todo lo que circula, aunque venga disfrazado de «importante».

En definitiva, antes de hablar, escuchar o compartir… probá con los tres filtros.
Tu mundo, y el de los que te rodean, será un poco más sano, más sabio y más humano.


 

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