24 de Junio, día del Dulce de Leche

Difundilo con amor

Cucharadas de historia y ternura rioplatense

Por reCreo club

 

Una leyenda asegura que nació el 24 de junio de 1829 en la estancia La Caledonia durante la firma del Pacto de Cañuelas.

Es suave, brillante, dulcísimo y tentador. Se deshace en la boca y también en los recuerdos. Lo encontramos en una tostada del desayuno, escondido en una factura de panadería, en el corazón de una torta de cumpleaños o en la merienda improvisada de la infancia. El dulce de leche no solo es parte de nuestra cocina: es parte de nuestra identidad.

 

🗓️ 24 de junio: el día que sabe a historia

El 24 de junio de 1829, en la Estancia La Caledonia, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, se firmaba el histórico Pacto de Cañuelas entre Juan Manuel de Rosas y Juan Lavalle. Ese mismo día, una criada preparaba una lechada —mezcla de leche con azúcar— para el general Rosas. Al distraerse, dejó la olla sobre el fuego más tiempo del necesario. Al regresar, lo que encontró no fue un error, sino un hallazgo: una crema espesa, dulce y perfumada. Había nacido el dulce de leche.

Desde 1996, Cañuelas celebra cada 24 de junio el Día del Dulce de Leche, en honor a ese momento que mezcla historia, sabor y tradición.

 

Un contexto de cambios y descubrimientos

La primera mitad del siglo XIX era una época de revoluciones, luchas por la independencia y construcción de nuevas identidades en América Latina. No existían heladeras ni conservantes, y lograr que los alimentos se conservaran por más tiempo era todo un desafío. En ese contexto, una preparación dulce, sabrosa y duradera representaba una solución tan práctica como deliciosa.

El dulce de leche se expandió con rapidez, primero por las casas criollas, luego por almacenes, confiterías, y más tarde por industrias enteras.

 

Del fogón al mundo

Con el tiempo, el dulce de leche dejó de ser un secreto de cocina para transformarse en un producto estrella de exportación. Hoy se lo consume en todo el país y también en el exterior, especialmente en países con fuerte presencia de comunidades argentinas.

Se convirtió en protagonista de alfajores, panqueques, helados, postres, tortas, flanes, churros y bizcochuelos. También en símbolo de infancia, de meriendas compartidas y de afecto familiar.

En 2003, la Argentina lo declaró Patrimonio Cultural Gastronómico, y aunque muchos países tienen sus propias versiones, el nuestro lo convirtió en una marca registrada de identidad nacional.

 

¿Te animás a hacerlo en casa?

Ingredientes:
  • 1 litro de leche entera
  • 350 g de azúcar
  • 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • Esencia de vainilla (opcional)
Preparación:
  1. En una olla amplia, de fondo grueso, colocar todos los ingredientes.
  2. Llevar a fuego medio, revolviendo cada tanto con cuchara de madera para evitar que se pegue.
  3. Cuando la mezcla tome color y comience a espesar, bajar el fuego y revolver con constancia y paciencia durante aproximadamente una hora y media.
  4. Retirar cuando tenga el punto deseado. Dejar enfriar y guardar en frasco limpio.

Ideal para rellenar tortas, endulzar tostadas o, simplemente, disfrutar a cucharadas.

 

Mucho más que un dulce

Hay sabores que trascienden el paladar. El dulce de leche es uno de ellos. Habita en las cocinas y en los recuerdos. Une generaciones, cruza geografías, y nos recuerda que a veces, de un descuido puede nacer una maravilla.

Y quizás, eso explique por qué, aunque hoy podamos elegir entre miles de sabores nuevos, siempre volvemos al mismo: el de nuestra historia, el de casa, el que endulza hasta el alma.

 

En reCreo Club celebramos cada semana los sabores, costumbres y momentos que nos hacen sentir parte de algo más grande. Porque lo cotidiano también puede ser extraordinario.


 

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